miércoles, 6 de junio de 2012

viernes, 10 de febrero de 2012

REVOLUCIÓN INDUSTRIAL


 

REVOLUCIÓN FRANCESA




 




EL CÓDIGO CIVIL FUE SU TESTAMENTO UNIVERSAL
"Mi verdadera gloria no está en haber ganado cuarenta batallas, lo que nada borrará, y vivirá eternamente, es mi Código Civil".
Entre las obras destinadas a la reconciliación nacional, el Código Civil o "Código Napoleónico" merece un lugar especial. Su promulgación afianzó definitivamente los logros del período revolucionario tanto en lo ideológico como en lo material. Gracias a esta  monumental obra legal, las clases burguesas que se enriquecieron con la compra de bienes requisados a los aristócratas tuvieron una garantía legal de la que hasta entonces carecían.
En lo que se refiere a su contenido, el Código Civil era un texto ecléctico que reunía principios de la Revolución -espíritu de igualdad y libertad de los ciudadanos, abolición del régimen feudal, libre acceso a la propiedad y aplicación del individualismo como base del derecho-, preceptos del derecho romano y normas del antiguo régimen.
El propio Bonaparte participó activamente en 36 de las 84 discusiones que se mantuvieron entre 1800 y 1804 para realizarlo. Cuando apareció su compendio definitivo, exclamó: "He cerrado la cima de la anarquía, he ordenado el caos; he purificado la Revolución". Por primera vez desde que Constantino abrazara el cristianismo, el derecho pasó a estar fundado exclusivamente sobre bases laicas y racionales y no religiosas. Por su esfuerzo compilador, el Código de Napoleón fue adoptado incluso por sus enemigos.